Grupo AGRESIVO y cómo actuar ante uno
El trabajo con grupos es realmente apasionante, dado que existe un intercambio de experiencias, se propician discusiones enriquecedoras y se retroalimenta la información que cada uno posee.
Un grupo es un conjunto de personas que se reúnen con un objetivo común. En el caso de la capacitación, se trabaja con grupos cuyo número de participantes varía según las necesidades que se detectan.
Cada participante tiene características especiales, por lo que el manejo de grupos resulta una compleja tarea para el instructor, quien ha de ser responsable de la conducción del aprendizaje, el cual no se logrará sin una integración grupal que puede lograrse mediante la utilización de técnicas o dinámicas grupales.
En ocasiones, un instructor puede verse frente a un grupo en el cual la mayoría de los participantes muestran reacciones agresivas y hostiles hacia el mismo instructor y la sesión se convierte en una lucha de fuerzas que no conducen sino al fracaso del grupo. Se trata de un grupo denominado agresivo. Dicho grupo suele comportarse de esa manera como consecuencia de una actitud autoritaria y prepotente por parte del instructor que provoca una combinación de ironía y agresión estimulando la deserción de los participantes.
Ante esta situación la recomendación para el instructor es actuar con sencillez, modestia y humildad ya que habrá que recordar que no es el poseedor de la verdad y que también está aprendiendo con el grupo. Si el grupo en general muestra oposición, el instructor puede utilizar preguntas directas que comprometan a los participantes a que fundamenten su punto de vista y propongan alternativas de solución, esto con la finalidad de encontrar las razones que los hacen actuar de esta manera.
El uso de preguntas de rebote permitirá solicitar a los participantes que expongan soluciones concretas a la problemática analizada mientras que el instructor hace más evidentes sus argumentos resaltándolos con otras palabras ya así, seguir adelante. Es importante continuar sin “engancharse” ni mucho menos, tomarlo como algo personal.
Cuando uno de los participantes desafíe sus conocimientos como instructor, determine si esta persona en realidad sabe más que usted o si sólo trata de actuar como si fuera así. Si en efecto sabe más que usted, trate de hacer que le ayude en la formación. Si no es así, pídale que compruebe sus conocimientos, lo que comúnmente la hará retroceder.
Finalmente, si hay opiniones contrarias a la suya, una de las primeras reacciones es actuar con agresividad, la reacción natural es enzarzarse con otro u otros; sin embargo, una buena estrategia con este tipo de participantes es hacer que defiendan una postura contraria a la suya y para ello será bueno poder dirigirnos a él directamente en algún descanso y preguntarle directamente qué es lo que no le está agradando de la sesión formativa.
Referencias:
Mora, A. (2016). ¿Cómo manejar a los participantes difíciles en una sesión de formación? Human Performance. Recuperado en mayo del 2022 en: https://www.hpsconsultores.com/manejar-los-participantes-dificiles-una-sesion-formacion/
Grados, J. (1999). Capacitación y desarrollo del personal, primera edición, Editorial Trillas. Recuperado en mayo del 2022.
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excelente información compartida