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Así que sin más, vamos a iniciar con esta pequeña guía de 8 pasos para convertirte en el peor instructor y dar el peor curso de todos (guiño, guiño).

1.- Respóndete a ti mismo: Siempre que plantees una pregunta a algún participante o a todo el grupo, sé el primero en responder. Anticípate a la respuesta y no des tiempo a que los participantes piensen ni reflexionen al respecto. De esta manera, tú siempre seguirás siendo el único poseedor del conocimiento todopoderoso.

2.- Plantea preguntas difíciles: Nada mejor que una pregunta fuera de contexto y de una alta complejidad para quienes aún no saben NADA del tema que estás por explicar. Esto va mucho mejor si además utilizas palabras o tecnicismos que nadie conozca mas que tú, a los participantes les gusta sentirse tontos y ridiculizados.

3.- Lleva la contra: Si dentro de tu sesión de capacitación identificas a un participante denominado como “el experto”, marca tu autoridad y hazle saber que quien manda eres tú aunque sus aportaciones sean acertadas y concluye humillándolo frente a todo el grupo porque nadie brilla más que tú.

4.- Ahorra tiempo: Siempre que puedas, sáltate partes del diseño del curso (aunque tú lo hayas hecho) para ahorrar tiempo y terminar mucho antes. Nada como improvisar en una sesión de capacitación, sobre todo porque los capacitandos aman perder su dinero, lo que ellos quieren es salir “rapidito”, solo que a veces no lo saben.

5.- Sé flexible ante la puntualidad: Pon el ejemplo llegando tarde mientras corres con tus cosas en la mano, de esta forma los participantes sabrán que ellos también pueden hacerlo. Cuando un capacitando llegue tarde, interrumpe la explicación y pregúntale directamente el motivo de su tardanza para que te expliquen detalladamente todos sus problemas personales, así tal vez los demás puedan reciclar esa excusa en futuras sesiones o incluso, ni siquiera presentarse al curso.

6.- Nunca anticipes nada: Llegar a las sesiones con todo listo e impreso puede hablar de tu inseguridad como instructor. Llega a imprimir todo frente a tus participantes y explícales porqué debes conectar todo en ese preciso momento en el que ya debería haber iniciado la capacitación. Demúestrales que tú puedes con todo al mismo tiempo.

7.- No te aprendas nombres: Tú tienes cosas más importantes qué hacer como para perder el tiempo haciendo conexión con tus participantes, en lugar de llamarlos por sus nombres utiliza frases como “el de verde” o “el que está junto al chaparro”. Esto los identificará inmediatamente. Nunca faltan “narizones, calvos, panzones o flacos”, así que aprovecha este tipo de adjetivos para llamarlos.

8.- Haz recesos largos: Sobre todo si no dominas el tema, esto es un recurso infalible para cuando ya no sabes cómo continuar con el curso y no te importa apegarte al diseño del mismo. Llena todos de galletas y café y quédate hablando solo con un participante. 

¿Ves? es mucho más facil ser PEOR instructor y dar el PEOR CURSO de todos. Si te apegas a esta guía, lograrás ese objetivo. ¿Qué esperas para ponerla en marcha? 

NOTA: Nos sentimos confiados de usar el humor y la ironía para que los instructores que lean esto identifiquen exactamente en lo que NO hay que incurrir. 

Cuéntanos en los comentarios qué otras reglas agregarías a esta guía.

Referencias:

Grados, J. (1999). Capacitación y desarrollo del personal, primera edición, Editorial Trillas. Recuperado en mayo del 2022.